Arsenal-Chelsea no solo presenta uno de los mejores partidos que se pueden encontrar en el fútbol inglés y mundial. Además del saber que es un enfrentamiento entre dos de los mejores equipos del mundo, significaba un “duelo de necesitados”, como dice la frase de moda de los periodistas deportivos. Los dos equipos necesitaban de la victoria para no despegarse de los dos equipos de Manchester que lideran el torneo. Antes de comenzar teníamos un Arsenal que para muchos es el único se acercarse a juego del Barcelona, pero que a pesar de su juego atractivo no gana y tiene mucha dificultad para conseguir resultados. El Chelsea con cinco partidos sin ganar esperaba con el retorno de Lampard salir de la caída libre.
Las dos formaciones nos daban planteamientos similares (4-3-3) , y casi lo que dio la resolución del partido fueron los hombres del Arsenal los que desequilibraron el juego a su favor. Si bien no fue un partido de figuras, si se impuso el nivel de los jugadores del Arsenal como colectivo que hizo pasar desapercibida la discreta actuación de Samir Nasri, la gran figura de los “gunners”.
Los primeros minutos fueron de un confuso dominio con un Arsenal con la posesión y un Chelsea más punzante. Un 4-4-2 para defender el Arsenal y un 4-5-1 del Chelsea hicieron del primer tiempo un juego cerrado y con pocas opciones del gol, donde solo sobre salía un tiro libre por parte de Nasri en el minuto 21. Luego del minuto 30 comenzó a sentirse el dominio y la superioridad de juego de los gunners, además de el creciente dominio del Arsenal las malas actuaciones en el Chelsea como la de Ashley Cole y Kalou, quien mereció ser expulsado al minuto 38 por una falta salvaje contra Clichy. Un Chelsea que se defendía atrás y llegaba a formar una línea de seis defensas donde Mikel y Essien presionaban adelante de ella, pero este planteamiento timorato dio origen a una remate de larga distancia de Nasri que se transformó en la primera opcion clara de gol. Alex Song abrió el marcador en el minuto 43 en medio de una pared con el joven Wilshere, con un enredo entre los hombres que ponía Chelsea en la defensa.
El segundo tiempo fue más vibrante y emocionante. El Arsenal resolvió rápidamente el partido capitalizando los errores de Essien y Malouda, así a los minutos 50 y 52 celebraban Fabregas y Walcott, así un Chelsea dubitativo cometía constantes errores de defensa y en las entregas donde casi llega el cuarto en contragolpe del Walcott y Nasri en el minuto 68. El descuento del Chelsea llego a través de cabeza por medio del Ivanovic, el jugador más sobresaliente del lánguido Chelsea, tras un centro de Drogba al cobro de un tiro libre. Los cambios dieron nueva vida al Chelsea, la entrada de Ramires al comenzar el segundo tiempo, la de Kakuta y Bosingwa cambiaron el panorama de la superioridad del Arsenal de los primeros minutos. Empujados por la gallardía de Ivanovic desde atrás y el cambio defensivo de Diaby por Walcott se vio una aparición constante de los blues en el arco que Fabianski, en donde cerca del final un embrollo en el área del Arsenal casi termina con el 3-2, pero el palo lo impidió.
Al final el clásico de Londres fue para el Arsenal, muy superior, se notó el flojo estado de forma del Chelsea que venia de una seguilla de empates y derrotas donde consiguió tres de los últimos 18, Ancelotti dejó en duda su continuidad y quedo muy resignada su lucha por el título con seis puntos menos y dos partidos más. Por el otro lado el Arsenal recibe un impulso adicional y se mantiene en la lucha con tres puntos menos que el líder y un partido menos que el City.
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